jueves, 24 de enero de 2008

No puedo...


No puedo mentirte, ni puedo dejar de escuchar el latido acelerado de un tren viajando a las estrellas.

No puedo dejar de escuchar el lamento de venas, de sangre, de liquido directo a la pupila de mis ojos.

No puedo dejar de gritar, porque mi voz callada quizás te alcance en la otra esquina de la calle.

No puedo sostener a mi corazón moribundo, dando golpes y golpes en las paredes de mi pecho.

No puedo ser la brújula perfecta, para traerte del norte al sur de la estatura de mi sombra.

No puedo dejarme caer, porque si vienes quiero estar presente cuando me mires.

No puedo esconderme de un soplido de Enero, una botella vacía, una herida en la mejilla.

No puedo enloquecer, dejando solo letras, si mi cuerpo es como un volcán a punto de estallar.

No puedo llorar, tal vez porque si lloro, no vendrá la Luna a contarme los secretos de tu noche.
No puedo olvidar, que si no estas me vuelvo triste y la nube se convierte en un sombrero.
No puedo...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

un árbol en el mar! wow
qué bello :)

"No puedo dejarme caer, porque si vienes quiero estar presente cuando me mires."

exacto... no hay mucho que agregar
me encantó el texto!

BeSoS...

Laura Diana dijo...

Siempre s un placer leerte, es un viaje, es renacer, es una metamorfosis, gracias por ser, por no temer decir.

Un abrazo