sábado, 29 de septiembre de 2007

Noche infinita


La noche infinita de sensual deseo
viene como despojándome la ladera,
y sigo pintando frutas y flores en mí seno,
porque no busco ni un pretexto, ni una luna,
pues traigo silencios y tempestades de
cabellos y cuerpo débil.

¡Es que le mintieron las voces emborrachadas
de lunas y estrellas rotas!

No le dijeron, entonces, que lo buscaba
ordeñando vacas y limpiando campos de aceros.

Estaba estancada,
escondida bajo viejas faldas y
telarañas de edades acobardadas.

La noche infinita de sensual deseo
viene como despojándome la ladera,
Y en su cúspide viene el secreto de oscuridad
lamiendo venas y capas de tiempo extasiado.

No le dijeron, entonces,
Que mi ombligo era una puerta secreta y
que debajo había un volcán ahechando
Toros y deseos de primavera.

No le dijeron, también,
Que le deseaba,
que le esperaba,
que la noche era febril embelleciendo
mi cuerpo desgastado,
que no había pretexto para que me vistiera
con balas de ausencia,
haciéndola así una noche infinita.

domingo, 23 de septiembre de 2007

Entre puertas...

Camino y no se donde irán a parar mis pies, ni mi cabeza de ingratitudes.
Llego a tu puerta quedándome inmóvil con tantas cosas que decirte.
Traigo conmigo un par de cafés por si quieres acompañarme.
Y solo me quedo afuera, como esperando algo.
Pareciera que existiese una barrera que no permitiera traspasarla, me quedo quieta ante el frió y quiero absorberle el sabor a madera o tal vez a lunas, ah que se yo, pero ella empieza a llorar conmigo.
Vengo con el pretexto de comentarte que vi la película que me recomendaste, que tal vez quiera otro titulo que de entusiasmo a mis ojos apagados o tal vez que quisiera que me acompañaras porque el verla sola es triste.
Tal vez me de por hablarte de que hoy no hay estrellas y las hojas saben a mar porque mis ojos saben a sal.
Decirte que ando en días rojos y mi debilidad de Eva viene con bandera mensual.
Que el viento ha hecho una melodía de puñales y estoy harta de mirar ventanas.
Que detrás de tu puerta deje mi sombra pesada y me siento tan volátil que si no me abrazas no tendré fuerza de mirarte.
Voy haciendo una pintura de dedos entumecidos, un mapa hacia mi soledad prendida, un beso de faroles adormecidos y telarañas en los rincones de las bisagras.
Me siento derrotada por las ausencias, por la extraña soledad de su huida.
Hoy es noche sin pretexto para sonreír, solo de caminata y puertas.
No...
No puedo golpear y hacer como si no pasara nada y dejarte el equipaje que visto, porque de vez en cuando la noche oscura se posa en mi cuerpo.
No puedo dejarte lagrimas en tu camisa, decirte que solo pasaba por acá y que solo traigo debilidad.
Pero si puedo dejar una nota “solo necesesitaba de un amigo que me abrazara...”
Ahora los café se han enfriado, mis pasos retroceden y marcho, porque mi fin es navegar en los mares de los cielos de Dragones.
Que tengas buenas noches, gracias por haber estado, aún cuando no lo supiste...


viernes, 14 de septiembre de 2007

La pequeñez



La pequeñez de la luna me hace sentir gigante.

Tal vez mis ojos claros y mi ternura entregada me hace soñar.

Y tengo los zapatos urdiendo tierra, echando risas de amaneceres,

quiero correr y bailar entre flores y girasoles amarillos.

Quiero caer de un sueño,

sonreír con loca pasión,

hacer el cielo la más bella eternidad.

Oler como el perfume se deleita con mi cuerpo

y la desnudes de mi botón es celoso porque un

arbusto se entromete en su camino.

Un sol besando mi cara,

una nube misteriosa de quehaceres

con sabor de vino añejo.

Quiero dormir... me acompañas...

Ven a soñar conmigo, ven...