lunes, 19 de noviembre de 2007

Mi boca dormida





No hay mas silencio que mi boca dormida
como un murmullo de relámpagos de noches.

He de mirarte como te mueres Lengua
Dulce, celosa y frágil.

Es que su boca te muerde y te sueña
como el recuerdo que me hiere al escribirte.

Y estamos solas a la deriva de su saliva misteriosa,
que se acopla a mi vestido para pecarte con suave
baile de amantes que se excitan.

¡Tú!
pequeña mía que te esconde en mi boca como
un túnel de turbulencias,
que se aprisiona haciendo un nudo inquebrantable,
Un nudo celoso como la niebla, como la hierba.

Estamos solas, pequeñas y desnudas,
llevadas como el viento al Sepulcro de la noche.

Aprisionadas de miedo y dolor de horas secas,
sin su beso, sin su boca, sin su miedo.

Secas y polvorientas como el otoño de
La blanca ausencia de su rabia.

De su ira queriéndome comer,
Deseándome hasta su muerte,
odiándome hasta su vida,
con su boca y su lengua,
con mi boca y mi lengua.

No hay mas silencio que mi boca dormida
como un murmullo de relámpagos de noches.

He de mirarte como te mueres Lengua
Dulce, celosa y frágil.

1 comentario:

Anónimo dijo...

fiuuu qué texto!!! me gusta :)

ay nena, ya te escucho hoy en la noche!!!!

te quiero