domingo, 27 de enero de 2013

Suena el reloj

Suena el reloj y las paredes del tiempo son como un cristal a punto de explotar, allí el mejor momento es el recuerdo:

Esas paredes blancas, el silencio de una habitación mojándolo todo, esas ganas de llorar porque no estas, porque no vienes, porque hay una soledad vestida de blanco y es triste.

¡Qué necedad! 

Como no vestirme de ella cuando el sol no quema y el papel se convierte en una filosa daga que no me deja escribirte, que no me deja llamarte.

¡Y te necesito!

 Te llamo y mi voz no te alcanza, entonces huyo como una cobarde...

2 comentarios:

Gragon dijo...

Se queda uno con ganas de leer más.

Saludos.

Carol dijo...

Saludos mi Gragon, hace un buen tiempo no subo nada por acá, creo que es momento de retomar estos instantes con uno misma...